lunes, 23 de mayo de 2016

Libroterapia

Los libros y la terapia 

El uso de libros en las sesiones de psicoterapia viene siendo común, pues resulta un recurso cercano y una forma sencilla de acercar a la persona a informaciones que presentadas en otro formato tal vez despertarían en el sujeto reticencias o defensas.
Para esto es importante que el terapeuta conozca muy bien el libro, y que este una  conexión con el paciente. La razón por la que se utilizan libros como complemento es bien sencilla cuando leemos un libro hay una muy alta probabilidad de sentirnos identificados con los personajes que en él aparecen y, por lo tanto, podemos adquirir un cierto aprendizaje a partir de la propia evolución del personaje, como una forma de aprendizaje vicario.  


La biblioterapia se recomienda cundo los pacientes presentan una depresion, se debe tener un acompañamiento exaustivo por parte del terapeuta, ya que esto favorece resultados positivos.  los benefios que trae este instrumento son los siguientes: 
  • Facilita la toma de decisiones: al sentirse identificada con ciertos aspectos del libro, la persona adquiere ideas nuevas que le hacen tomar decisiones de una manera más sencilla y más meditada.
  • Ayuda en la resolución de problemas: un libro adecuado a la situación que la persona está viviendo puede hacerle cambiar el punto de vista y facilitar, de esta manera, la creatividad para tomar decisiones que pueden ser importantes.
  • Facilita el desarrollo personal: leer es pensar. Pensar es desarrollarse, crecer, madurar, cambiar.

  • Mejora las capacidades comunicativas: es cierto que cuanto más leemos, mejor nos comunicamos.
  • Motiva para el cambio: salir de la zona de confort es complicado. Y cuando tenemos que hacerlo muchas veces nos sentimos temerosos por el cambio que ello va a suponer. Leer las historias de personas que quizá ya han superado ese momento de miedo, sentirnos identificados con ellas, puede hacer que nos sintamos mucho más motivados para seguir su ejemplo.
Ahora un cuento...


Había una vez un puerquito que soñaba con ser un gran león para que así todos los de la granja lo respetasen y le tuviesen temor. Cierto día se le apareció ante él un hermoso joven alado con un bastón dorado.
El puerquito al verlo se asustó tanto que empezó a gritar diciendo: “¡Uic, Uic, Uic,…!” por el fuerte susto que se había dado.
Entonces el hermoso joven alado le dijo: “No temas querido puerquito no te haré daño. Estoy aquí para concederte tu deseo”. Al oír el puerquito se alegró mucho y quietamente esperó lo convirtiesen en el león que tanto había deseado.
Y así fue. Nuestro querido amiguito se había convertido en un esplendoroso león de gran melena y actitud fiera capaz de atemorizar a quien se le acercase. Los demás animales de la granja que lo habían visto crecer empezaron a temerle, tanto así, que evitaban decirle algo por temor a ser devorados.
Tiempo pasó en que el puerquito empezó a extrañar a sus amigos. Fue entonces que el hermoso joven alado se le apareció una vez más y al verlo tan triste lo convirtió nuevamente en el puerquito tierno y soñador, diciendo: “Jamás intentes ser lo que no eres”.
Fin

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